En el corazón de Europa se encuentra Praga, capital de la República Checa y de la región de Bohemia.
Praga es una de las ciudades más bellas y visitadas de Europa, conocida también como La Ciudad Dorada o La Ciudad de las Cien Torres.
¿Sabes porqué?
Tienes que apuntar tu vista hacia arriba para descubrirlo, te encontrarás con cientos de torres de los templos y las iglesias en una gran cantidad y con unas características que seguro te van a cautivar.
Pero hay otra manera más de conocer la belleza irrepetible y el alma de Praga
Ahora puedes también mirar hacia abajo desde las torres, admirar las vistas extraordinarias de las plazas históricas, los tejados rojos de las casas, el río Moldava, sus puentes y riberas.
Las Torres de Praga
Hoy las torres más valiosas y más hermosas están abiertas al público.
Cada una ofrece una panorámica diferente de las partes más impresionantes de la ciudad;
pero tendrás que elegir porque resultará difícil visitarlas todas.
El Puente de Carlos
No te puedes perder la Torre del Puente (Staroměstská mostecká věž) de la Ciudad Vieja (Staré Město), que es la puerta de entrada al famoso Puente de Carlos (Karlův Most) desde la Ciudad Vieja.
Una obra gótica imponente y bella.
Igualmente sensacional, aunque completamente diferente, es la vista desde la Torre del Puente del Barrio Pequeño (Malostranská mostecká věž) en el lado opuesto del Puente de Carlos.
El Puente de Carlos es el principal icono de la ciudad, es el más viejo, es peatonal, atraviesa el río Moldava y une la Ciudad Vieja con la Ciudad Pequeña.
Desde el Puente de Carlos puedes observar de lado a lado pintorescas calles, antiguos molinos de agua, 30 estatuas barrocas con distintos significados, una vista privilegiada de algunas torres y verdaderos escenarios de película.
En los meses de verano suele estar más concurrido que en los meses de invierno, pero siempre te encontrarás muchos turistas, sobre todo por el día.
Es un verdadero deleite cruzarlo, encontrarás artistas callejeros, pintores, músicos y varios vendedores de recuerdos.
La Ciudad Vieja de Praga
Lo más bonito de Praga, es sin duda, adentrarse por sus calles angostas;
Visitar la Staré Město o Ciudad Vieja es como transportarse en el tiempo.
El barrio antiguo de Praga tiene un encanto particular.
Mientras lo recorres, déjate llevar por sus laberínticas y pequeñas calles y callejones llenos de Iglesias y plazas.

Reloj Astronómico
Aquí encontrarás el reloj astronómico que se encuentra en la Plaza y cada hora en punto da un espectáculo, algo imperdible de Praga.
Puedes subir a la Torre del reloj por escaleras o elevador, el paisaje es realmente precioso.
Praga parece una antigua ciudad medieval sacada de las mejores películas de la época.
Desde la Torre del Reloj podrás ver el Castillo de Praga (Pražský hrad), que también tienes que visitar.
Castillo de Praga
El Castillo de Praga es un recinto impresionante declarado patrimonio de la Humanidad y considerado el castillo de estilo medieval más grande del mundo.
En su interior podrás encontrar la Catedral de San Vito, la basílica y convento de San Jorge, la calle del oro, los viñedos de San Wenceslao y varios palacios, entre ellos el Palacio Real, residencia del presidente de la República Checa.
Como dato curioso: cuando ondea la bandera, quiere decir que el presidente está en el edificio.
¿Qué más?
Además de caminar y deleitarte con esto y muchas cosas más que esta bella ciudad nos ofrece, te recomiendo que vayas al famoso Teatro Negro.
Es algo super original y divertido.
Se trata de una representación escénica muda que se lleva a cabo en un escenario completamente a oscuras que con una iluminación particular logra unos efectos especiales mediante materiales fosforescentes.


