Al sur del Mar Egeo, se encuentra Santorini, una isla griega colgada sobre el acantilado, que goza de una belleza salvaje gracias a su configuración geológica que la hace muy especial: su forma actual de media luna se hizo después de que se hundiera la caldera de un enorme volcán.
En temporada alta, Santorini se convierte en un patio de recreo para los muy ricos, y aunque esto ha dado lugar en algunos estelar restaurantes y excelentes bodegas, la presión sobre la infraestructura es una preocupación.
Lo mejor que hacer en Santorini
Caminata de Fira a Oia
Esto es lo mejor que puedes hacer en Santorini – y es gratis! Las vistas son increíbles.
La caminata te llevará entre 2 y 6 horas, dependiendo de tu velocidad y de cuantas fotos tomes a lo largo del camino.
Inicia en Fira y avanza hacia el norte a través de Firostefani y, a continuación, Imerovigli (esta parte de la ruta se siente más como la banqueta de un pueblo).
La mayoría de la gente prefiere usar zapatos para correr o hacer trekking, pero ciertamente es algo que si lo haces con mucha calma, podrías hacerlo en chanclas.
La ruta no está completamente marcada, pero es bastante intuitivo: permanecer en el camino que sigue el borde de la caldera y caminar hacia el norte (cuando exista duda, manténte a la izquierda).
Por supuesto, que también se puede hacer el paseo en la dirección opuesta, pero se siente más natural hacerlo así.

Oia
Ver el famoso atardecer en Oia, es algo que no te puedes perder, aunque se dará lugar alrededor de las 8, a eso de las 6 comienza la gente a moverse hacia el extremo noroeste de la isla en busca del mejor rincón, lo podrás disfrutar en algún restaurante o terraza, en las ruinas del castillo, en las escaleras que bajan al puerto de Ammoudi o en el mar a bordo de alguna embarcación.
Es un espectáculo que merece aplausos al final, así que date tiempo para contemplarlo.
Desde Oia, puedes regresar caminando por el camino de 10 km que llega hasta Fira, la capital, lo puedes hacer a pie o en coche.
Caminar entre las casas blancas e iglesias de cúpulas azules es algo que ni queriendo, vas a poder dejar de hacer.
El centro neurálgico de Santorini está enclavado aquí, en el centro de la isla.
Sus casas encimadas unas sobre otras en las laderas de un precipicio que parece no tener fin y su panorámica hacia la caldera del volcán, tienen un gran atractivo.
En sus pasajes, estrechos y laberínticos, podrás encontrar todo tipo de restaurantes, bares e infinidad de locales con productos regionales expuestos de manera tal que sientes que estás como en una auténtica exposición llena de buen gusto y arte.
El Mar y las Playas de Santorini
En el puerto hay tres opciones para subir y bajar: en teleférico, lo más rápido y económico; en burro, algo típico en este lugar o andando, lo que supone un gran esfuerzo por ir sorteado los burros que suben y bajan, pero podrás ir visitando las tabernas griegas que hay en el paso.
Un paseo en barco es algo que te recomiendo mucho también, puedes visitar Thirassia y Nea Kameni, esta última una isla deshabitada donde se encuentra el volcán aún activo, ambas forman parte del grupo volcánico.
Aquí puedes hacer senderismo recorriendo el volcán y darte una sumergida en las famosas aguas termales, no te olvides llevar un cambio de ropa, ya que tu traje de baño quedará con un olor muy particular.
En Santorini también vale la pena ir la playa.
Una de ellas es Red Beach, que aunque no es muy cómoda ya que hay muchas piedras, es muy peculiar: el rojo de la montaña que la protege junto al azul oscuro del mar dan vida a una bella postal, está muy cerca se la zona arqueológica de Akrotiri.
Perissa y Kamari son playas de arena fina negra, donde podrás pasar varias horas descansando en alguna hamaca o haciendo alguna actividad acuática.







