Sidney es la ciudad más cosmopolita y poblada al sudeste de Australia, es la capital del Estado de Nueva Gales del Sur y definitivamente no te la puedes perder si piensas viajar a Australia.
Es muy agradable caminar por sus calles, con amplias aceras, una hermosa conjunción de estilos arquitectónicos, rascacielos, tráfico ordenado y muchas zonas verdes.
Los parques nacionales rodean la ciudad y penetran directamente al centro de la ciudad cortando su camino a través de los edificios y de los suburbios.
La Fauna Urbana
En consecuencia, las criaturas oriundas de la zona todavía se aparecen en los lugares más sorprendentes.
Nubes de zorros voladores (Murciélagos de gran tamaño) pasan volando durante el crepúsculo, y pasan la noche susurrando en las higueras de los suburbios.
Arañas de gran tamaño se esconden en las esquinas de las paredes de las habitaciones.
Zarigüeyas corren sobre los tejados de las casas y sus terrazas.
Y las cacatúas cantan y graznan desde los balcones urbanos.
¿Qué Visitar en Sidney?
Puedes visitar muchas de las atracciones a pie y para aquellas que requieran transporte público, lo más recomendable es realizarlas el mismo día y así comprar un bono diario, te resultará más práctico.
Circular Quay es el centro de la vida social y gastronómica y de la ciudad, desde donde puedes tomar autobuses y ferrys y llegar a muchos puntos en apenas unos minutos.
Es un sitio muy concurrido, siempre lleno de gente paseando, puedes encontrar aborígenes australianos pintados con dibujos sagrados haciendo espectáculos de danzas milenarias o músicos callejeros tocando algún instrumento o cantando.

La Bahía de Sidney
La bahía es la mayor atracción de la ciudad, es la propia alma de esta.
Los fines de semana es un espectáculo de barcos de vela y yates que se desplazan por ella.
Aquí se pueden ver algunas de las imágenes más emblemáticas de la ciudad, como sin duda lo es la Opera House, el centro cultural de la ciudad que puedes visitar por dentro en tour guiado, asistir a algún evento o admirar por fuera su original arquitectura.
Otro de los iconos de la ciudad es el Harbour Bridge, que atraviesa la bahía y conecta el centro financiero con la costa norte; lo puedes cruzar caminando, en auto, ferrocarril o bicicleta, pero resulta muy interesante tener la experiencia de subirse a lo alto, elevarte los 134 metros que da el arco y recorrer su estructura metálica atado a un arnés; si te gustan las emociones fuertes, te aseguro te fascinará y tendrás las mejores vistas de la ciudad.
Entre Circular Quay y el famoso Sídney Harbor Bridge, The Rocks es la parte más antigua de la ciudad que hoy se reconoce por sus laberintos de callejuelas en diferentes niveles y sus casas de ladrillo rojo.
Puedes llegar desde el muelle donde salen los ferrys subiendo unas escaleras y es la mejor zona para fotografiar tanto la bahía como la Opera House, se tienen unas vistas privilegiadas.
En este barrio se puede disfrutar de un conjunto de calles repletas de restaurantes de diseño de diferentes cocinas, tiendas de souvenirs, joyerías y pubs.
Las terrazas abundan por lo que es un lugar ideal para relajarse después de un día de caminata por la ciudad.

Las Playas de Sidney
Pero lógicamente una visita a Sidney sin visitar sus playas, no sería una estancia completa.
Bondi o Manly son una gran opción, ambas con sus paseos marítimos, restaurantes y tiendas.
La primera se encuentra a 20 minutos y te aseguro que tiene algo especial: es excepcional para practicar el surf y tiene una pasarela donde la gente patina, corre o hace ejercicio.
Manly es un pueblo con encanto, sus mercadillos callejeros de artesanía y decoración, son sus principales reclamos, además de que tomar un ferry hacia allá sigue siendo una de las experiencias de viaje que caracterizan a Sidney.