En la Costa Central de Chile a 128 km al noroeste de Santiago se encuentra la llamada Ciudad Jardín, Viña del Mar, llamada así por sus playas rodeadas de grandes áreas verdes.
La corta distancia que la separa de la capital, facilita la concurrencia de visitantes y se ha convertido en uno de los destinos predilectos del turismo nacional y extranjero, ya que posee muchos rincones que la hacen atractiva, sobretodo su extenso borde costero, en el que se alternan varios kilómetros de playas, paseos y roquerías.
Este es ideal para recorrer a pie, disfrutando de las impresionantes vistas que ofrece el Océano Pacífico, y de los numerosos restaurantes, terrazas, ferias artesanales y otros sitios de entretenimiento que se congregan en torno a la costanera.
Una buena forma de hacer el recorrido, es caminando siempre hacia el norte.
A lo largo del paseo, va variando su nombre y entornos, empezando con La Marina, luego la famosa avenida Perú con sus inmensas roquerías, hasta las bellas playas y edificios residenciales que se suceden a lo largo de los tramos conocidos como San Martín y Jorge Montt.
Playa de Reñaca
La playa de Reñaca, con varios kilómetros de extensión, es EL balneario, donde hay que echarse sobre la arena, sí o sí.
Aunque el agua es muy fría, siempre hay gente que se anima a meterse a nadar o hacer deporte.
Siempre llena y con un ambiente cordial y animado, sus alrededores están habitados por hoteles, restaurantes y boutiques.
Por la noche ofrece una buena opción de diversión también con varios clubes nocturnos funcionando hasta altas horas de la madrugada, especialmente durante la temporada estival.
Costa Cochoa
Otra de las playas bonitas de Viña, pero más tranquila y familiar es la de Costa Cochoa, está rodeada de cafés y restaurantes, te aconsejo estar ahí a la hora de la caída del sol para que disfrutes de uno de los atardeceres más bellos de la ciudad. En general, todas las playas tienen servicios funcionando durante el verano, permitiendo rentar sillas, sombrillas o disfrutar de bebidas.
Reloj de Flores
A los pies del Cerro Castillo hay un detalle pintoresco que se ha convertido en símbolo de la ciudad, Viña posee una instalación muy original y llena de colores: se trata de su Reloj de Flores, venido de Suiza y construido íntegramente en base a flores de diversos colores y funcionando con un elaborado sistema computacional, que permite dar la hora actual.

Castillo Wülff
Otro de los lugares que merece ser visitado es el Castillo Wülff, monumento histórico ubicado sobre un terreno escarpado frente al mar.
Si vas al mirador de su torre, la vista sobre el océano, el horizonte marino, y buena parte de los edificios que “balconean” el mar, es absolutamente magnífica.
Casino de Viña del Mar
Viña también posee un antiguo Casino, ubicado en un edificio muy elegante, visible desde la costa.
Por la noche, su silueta iluminada forma parte del paisaje característico de la costa.
Aquí se aloja un hotel y un café restaurant.
El lugar merece la visita, aún cuando sea solo para admirar su imponente edificio rodeado de elegantes jardines o para disfrutar de una gran variedad de maquinas de azar, mesas de juego y espectáculos.
Muelle Vergara
Como la mayoría de las atracciones de Viña del Mar, el antiguo Muelle Vergara se ubica sobre la ribera.
Construido a fines del siglo XIX y destruido en parte por un incendio, el muelle es en efecto un monumento de la ciudad; cada atardecer, este es el marco de una postal extraordinaria.
Quinta Vergara
No puedes dejar de visitar el anfiteatro de la Quinta Vergara, la sede del evento musical más importante de América Latina: el famoso festival de la canción que se celebra cada año a finales de febrero.
Está emplazado en el interior de un parque muy agradable y uno de los pulmones verdes de la ciudad, donde además puedes disfrutar de paseos a la sombra de inmensos árboles y esculturas al aire libre.
Jardín Botánico
Otro de los paseos imperdibles para quienes busquen actividades al aire libre en Viña del Mar, es la visita al Jardín Botánico, un espacio de conservación de especies vegetales típicas de la zona.
Además de la posibilidad de descubrirlas, el jardín permite una serie de actividades, como caminatas en múltiples senderos, pasando por lagunas, puentes y cuevas, circuitos de educación ambiental, paseos en canoa o disfrutar de un picnic en alguna de las áreas dispuestas para ello.
Viña del Mar conjuga la armonía entre sus playas, cultura, gastronomía y entretenimiento, no dejes de visitarla cuando vayas a Santiago.